Con unos peques. Soy el segundo por la izquierda.

viernes, 30 de mayo de 2008

Dinero para la escuela

Ayer jueves me despedí de mis alumnas, que son mayoría, de la licenciatura de humanidades, un momento especialmente duro porque, de alguna manera, yo vivo en la creencia de mi vocación docente y, consecuentemente, ellas, porque siguen siendo mayoría, son una parte importante de mi vida docente. Pero además porque este año ellas han conseguido, de alguna manera que no me explico, involucrarse en mi proyecto universitario, lo que significa que de unas pocas horas a la semana ha nacido un sentimiento de respeto y cariño. Pero para mí es fácil que mi vocación, que comparto con escribir en este periódico todos los meses e ir a un congreso de lo mío de vez en cuando, sea entendida como algo positivo. En última instancia yo vivo en los escalones más altos de cadena trófica que es la educación y soy un privilegiado porque mantengo con mis alumnos una relación casi pura, donde no tengo que encargarme nada más que de darles cuatro, a veces cinco, conocimientos, ponerles unas pruebas y a otra cosa. No tengo que soportar si son así o si hacen o si vienen, mi relación con ellos tendría que ser, o eso dicen los manuales, tan fría como exquisita. Además de eso tengo todo tipo de incentivos por investigar, por escribir, por tener un cargo o simplemente por pertenecer a un grupo de investigación (no me pregunten porque yo tampoco sé muy bien que es esto), me compran todo tipo de maquinitas, tengo calefacción y aire acondicionado, más libros y revistas de los que puedo leer en dos vidas y me alientan para que pierda el verano en algún país exótico haciendo investigación de campo. Puede que esto le parezca una ironía, pero no lo es, mi principal actividad es básicamente pegarme con mis compañeros por quien da menos clases, hacer unas, pocas, horas de tutoría, que aprovecho para tomar café con los compañeros con los que antes me he pegado y hacer que escribo un artículo que cambiará las formas de pensamiento de los próximos 15 años, y que no leerán ni aquellos con los que me tomo el café. En otras palabras, yo soy mi propio jefe. Es verdad que en la universidad hay gente que curra a tope por sueldos de porquería y un gran número de funcionarios que están pendientes de mi ego. Pero obviamente yo vivo como vivo (es decir, muy bien) porque hay otros que viven como viven (es decir, muy mal). Todo esto viene a cuento de que otros profesores de esta cadena no tienen mi suerte, se pusieron en huelga el miércoles porque ellos se comen el marrón permanente de ser policías, disciplinadores y psicólogos de familia más que educadores. Por sueldos que son francamente malos, sin mis condiciones de trabajo y, lo que es peor, sin un reconocimiento de una labor muy sufrida: dedicarse en cuerpo y alma a nuestros niños y jóvenes. En última instancia ellos no pueden ser comprendidos más que como uno de los puntales básicos de nuestra sociedad, el lugar donde descansa no sólo el futuro sino, ante todo, el presente de una sociedad democrática, plural y sincera. Lo menos que se puede hacer es reconocérselo y eso, aquí y ahora, se llama condiciones de trabajo dignas y un sueldo a la altura de su labor.

(Publicado en Diario Jaén el 23 de Mayo de 2008).

domingo, 27 de abril de 2008

Universidad y opinión

Como ocurre con otras instituciones de nuestra provincia, en la Universidad se alegran mucho cuando salen en la prensa, y más si el retrato coincide con lo que piensan de sí mismas. Muy diferente es cuando se dice algo negativo, crítico o de denuncia de su mundo. Si eres de fuera, dicen, porque no sabes lo ocurre, y si eres de dentro porque existe la idea de que los trapos sucios se lavan en casa. Sea como fuere las instituciones del estilo de la Universidad se blindan ante la crítica y se abren a las alabanzas. En mi caso, después de años de opinar de la Universidad de Jaén, en cuanto institución, obviamente sin personalizar directamente, no me he encontrado la más mínima reacción al respecto. No es que se escriba un artículo de opinión para intentar cambiar el mundo. Las razones de este oculto arte de opinar no andan ni en el mesianismo, ni en el dinero, ni en la fama. Cuando yo opino, pongamos por caso, que el aparcamiento en la universidad es un desastre rayante en el caos, no espero que el vicerrector de turno diga: “¡anda! que razón tiene Anta, voy a ponerme con el asunto”, porque sé perfectamente que esto no funciona así; más bien dirá, si es que se ha enterado que yo he opinado de esto: “que se creerá Anta, que no estoy con el asunto”, y acto seguido soltará un discurso diciendo que el problema es que la gente viene mucho en coche a trabajar, que todos quieren aparcar bajo techo o que también es culpa del ayuntamiento (que tiene su propio delito, pero eso es otro artículo de opinión), cosas que son verdad, pero no siempre ciertas.
Así, pues, no hay que ser vicerrector, ni catedrático de metafísica, para llegar a la conclusión de que si escribo un artículo de opinión y hablo del tema aparcamiento en la universidad estoy haciendo, en primer lugar, un ejercicio metafórico, que toma a la universidad como un microcosmos, un lugar donde ocurren cosas, digamos, de lo más curiosas y que a un público general y receptivo le pueden ser de un cierto interés, todo ello en la medida que estamos ante un lugar que esta pensado para generar un debate social permanente, ya que cuando se habla de acercarse a la sociedad, idea presente en todos los programas de los candidatos a rector, me quiero creer que no es sólo para hacer marketing institucional, vender patentes o entretener a ciertos jóvenes. Y, en segundo lugar, porque el tema aparcamiento es una metáfora tanto de la institución, preocupada por el buen comportamiento de sus trabajadores, a los que persigue policialmente poniendo pegatinas insultantes (y donde tiene más derechos el panadero que viene a la cafetería que el profesor que acude a dar clase), como de lo ocurre en la sociedad. De ahí que lo diga públicamente, estamos en un mundo donde los responsables institucionales y empresariales (si es que no es lo mismo) nunca dan la cara y siempre tienen mediadores (cajeras de supermercado, guardias de seguridad, telefonistas…), proyectos legislativos y normativas de lo más arbitrario que hacen que el usuario, el trabajador y el ciudadano estén en una permanente indefensión y chantaje, a merced de unos intereses que, desgraciadamente, todos sabemos cuáles son.

martes, 22 de abril de 2008

Arte peque y tiempo adulto

Pequeños Artistas es un blog que muestra el trabajo de niños dedicados al arte o más bien el trabajo de unos adultos sobre el trabajo artístico infantil. Es interesante lo que hacen los peques, el resto es quizás más o menos pasable. En otro sentido, para padres especialmente preocupados en sobre-estimular a sus hijos, se puede consultarse la web Arte infantil. Para aquellos que se creen que los niños son el colmo de la creatividad, cercanos a lo más sublime (véase la imagen), no os podéis perder el siguiente enlace: The monster engine.

La cuestión, ahora, es pensar si los peques pueden superar, o no, el ridículo de la constante interpretación adulta sobre lo que hacen. Y que una y otra vez encasilla a los peques en una serie de tópicos y clichés tanto sobre su conducta como de su mundo personal y lo que es, casi, lo peor, pone a estos en el lugar que los adultos suponen es una inversión de futuro, hecha con la experiencia traumática de su pasado. Cuando ponen a los peques a que pinten buscan una interpretación, no de lo que ellos hacen, sino de lo que los adultos piensan que eran cuando se creían que eran niños. Pero un adulto que interpreta a un peque es una subjetividad que niega la posibilidad de darle un futuro, un desarrollo propio y un momento de cierta experementalidad. Otro tema diferente es imponer la caligrafía, la lectura o una educación determinada, ya que crea un único presente, niega el pasado de los adultos y el futuro de los peques.
Todo esto bien podría resumirse en una idea paralela: se piensa a los peques en relación al tiempo y éste es, sólo, una de las preocupaciones de los adultos como tales. Consecuentemente, se está peque no se es peque, ya que ser peque es un estado no una posición.

lunes, 14 de abril de 2008

El Kippel como vía de pensamiento

Es evidente que mi paseo por la red tiene algo de repetitivo, es decir que generalmente miro las mismas páginas y trato de usar los buscadores lo menos que puedo, no es que no los vea útiles sino que tiene que ver con una mediación de la información que me disgusta ya que va de lo desesperado a lo desesperanzador. Así, pues, me muevo, fundamentalmente, por mi carpeta de favoritos y no pocas veces por instinto. Lo que veo, leo y disfruto es, sobre todo, muchos blogs y me muevo, a su vez, por los links que sugieren y así, de vez en cuando, me encuentro con algunas cosas muy sugerentes, otras importantes y de tarde en tarde me encuentro con joyas, que como tales suelen pasar desapercibidas si no es por el nivel de detalle que obliga la mirada atenta...
Bueno, en esas estaba cuando me encuentro con una idea que me parece evidente, pero que es importante, sugerente y útil, me refiero a la idea de kippel, que proviene de la novela, de Philip K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, que dio lugar, a su vez, a la película Blade Runner:

"kippel son los objetos inútiles, las cartas de propaganda, las cajas de cerillas después que se haya gastado el último, el envoltorio de un chicle o el diario del día anterior. Cuando no hay gente, el kippel se reproduce [...] el kippel expulsa el no-kippel [...] nadie puede ganar al kippel, a no ser, quizás, de forma temporal y en un punto determinado, como mi apartamento, donde he conseguido un equilibrio entre kippel i no-kippel, al menos por ahora [...]". 

La idea, que en su día tomé como algo curioso pero que se me escapó su verdadero potencial, es realmente poderosa y se la puede sacar mucho jugo, como ha empezado a trabajar Secaix en la web (ya está en su segunda versión) que le dedica al kippel. El problema, desde mi punto de vista, no está en lo obvio, que si la web es un gran productor de kippel, o que si ciertos mitos urbanos también lo son, si no que la cuestión es que hay un doble juego con respecto a su aplicación social: el campo semántico de kippel esta por crear, pero si lo unimos con el concepto de cyborg, tal cual intuimos en la novela de Dick, la cosa cambia radicalmente, porque de alguna manera podemos llegar a la conclusión de que el verdadero kippel es la humanidad y ésto, más que inquietante, es una vía de pensamiento importante.

domingo, 13 de abril de 2008

Artículos sobre peques

  • Evans, Ruth M.C. (2004) Tanzanian Childhoods: Street Children's narrative of Home. Journal of Contemporary African Studies, 22 (1): 69-92.
  • Kramer, Karen L. (2002) Variation in Juvenile Dependence: Helping Behavior among Maya Children. Human Nature, 13 (2): 299-325.
  • Lee, Sang-Hyop and Andrew Mason (2005) Mother's Education, Learning-by-Doing, and Child Health Care in Rural India. Comparative Education Review, 49: 534-551.
  • Lonsdorf, Elizabeth V. (2005) Sex Differences in the Development if Termite-Fishing Skills in the Chimpanzees (Pan Troglodytes Schweinfurthii) of Gombe National Park, Tanzania. Animal Behavior, 70: 673-683.
  • Karsten, Lia (2003) Children's use of Public Space: The gendered world of the Playground. Childhood, 10 (4): 457-473.
  • Oleke, Christopher, Astrid Blystand, Karen Marie Moland, Ole Bjorn Rekdal, and Kristian Heggenhougen (2006) The Varying Vulnerability of African Orphans: The Case of the Langi, Northern Uganda. Childhood, 13 (2): 267-284.
  • Goldstein-Gidoni, Ofra (1999) Kimono and the Construction of Gendered and Cultural. Ethnology, 38 (4): 351-370.
  • Rubenson, Birgitta, Le Thi Hanh, Bengt Hojer, and Eva Johansson (2005) Young Sex-Workers in Ho Chi Minh City Telling Their Life Stories. Childhood 12: 391-441.
  • Lewis, Amanda E., and Tyrone A. Forman (2002) Contestation or Collaboration? A Comparative Study of Home-School Relations. Anthropology & Education Quarterly, 33 (1): 60-89.

viernes, 11 de abril de 2008

Con sentido común

Para todos aquellos que creáis que el voto de los peques es un hecho perteneciente al pensamiento crítico más extremo os recomiendo visitar la web del grupo alemán KinderRÄchTsZÄnker (también llamado K.R.Ä.T.Z.), ellos trabajan con una política del sentido común que a medio plazo resulta muy interesante: son un grupo de aproximadamente 20 jóvenes quienes abogan por la igualdad de derechos entre niños y adultos. Sus principales temas son el derecho al voto, la escuela y la familia, pero también se ocupamos de otros asuntos relacionados a la discriminación por la edad como, por ejemplo, el trabajo infantil y la protección de menores. En una linea muy cercana al propio medio en el que se propagan tienen una sección de preguntas frecuentes sobre el tema del voto universal.
Por cierto, para aquellos que estáis interesados en una experiencia práctica sobre el voto infantil podéis ver lo ocurrido en El Salvador para sus elecciones generales del 2004 (a este respecto quiero dejar claro que es algo de lo que me quiero desmarcar, en última instancia porque es un simulacro comercial, pero como experiencia...).

jueves, 10 de abril de 2008

Yo-tu-el digital

Leo el último post de la siempre sugerente Elisenda Ardevol en Mediaciones sobre el tema del "yo digital", a raíz de los comentarios de la profesora Tíscar y los de la gente de Yo digital (un grupo que junto a ideas más o menos originales se pliega a una suerte de Apocalipsis de caos futuro, es decir, del ahora digital). Bueno, el caso es que estaba mirándome lo que dice Elisenda y llego a la conclusión, de su mano, de que esto del yo digital es una enorme trampa conceptual y, por supuesto, vital, ya que plantea, que el yo (digital o no) es igual a una identidad personal, cosa absolutamente errónea. El problema, seguramente, es cuando entendemos lo digital como algo o bien paralelo a la realidad, bajo eso que podríamos llamar el síndrome The-Matrix, o bien como un hecho que ayuda a perfeccionar la realidad, bajo ese otro que llamaremos el acercamiento power-point, ya que ni una cosa, ni la otra, ni mucho menos las dos a la vez. Lo digital es la representación de unas determinadas discursividades. Lo que es nuevo de este "digital" es su capacidad de traspasar las clásicas barreras de los aparatejes sensoriales, su facilidad para almacenar y transmitir la información y, proponer, la inclusión de metadatos que conectan diferentes niveles de realidad.
En este sentido el yo no puede ser digital, porque siempre será un tu digital, si es que puedes reconocerte, y, generalmente, un él digital. Esto se entiende mejor a la luz de la introducción del libro Lenguaje, poder e identidad de Judith Butler, al proponer la diferencia entre lo dicho y el que habla, la idea de enunciado performativo, es, en un sentido sustantivo, la idea del busto parlante... Lo que puede confundirnos es, sigo a Butler, creer que ese busto parlante es lo digital, el ordenador, pongamos por caso, cuando de lo que tenemos que tomar conciencia es que el busto es lo que se conoce como el yo digital. Claro que, mucho de esto, lo hace evidente sin demasiada reflexividad la propia publicidad de las maquinas digitalizadoras, como estas de la imagen.

miércoles, 2 de abril de 2008

Academia y hegemonía

Un comentario de Ana y Esteban, en su linea crítica que tanto se agradece, quizás nos pone en uno de las pistas de las miradas post-modernas: el discurso hegemónico reside de manera racional en un espacio conocido como academia, lo que parece que resta legitimidad si se quiere hacer un discurso de pensamiento crítico. Independientemente de que esto es más que discutible, en mi caso además ni pertenezco a ninguna academia, ni mantengo un discurso que este censado por un medio que le de legitimada (gran parte de lo que aquí se dice está en un medio tan anti-academico como un blog y tan poco correcto como hacerlo sin citar referencias que no estén a disposición de todos en tiempo real). Lo que si me interesa más es, consecuentemente, si mantengo algún tipo de hegemonía, a lo que he contestar afirmativamente. No es que me preocupe en este momento, en última instancia porque es algo que me estoy planteando en otros términos, más cercanos a un poética neobarroca.
Otra cosa, brevemente; he empezado el corpus discursivo con un tema, digamos, extraño: ¿qué es un peque? y ¿por qué no votan los peques? Estarán conmigo que no es un tema académico, ni mucho menos algo que las estructuras hegemónicas (en el sentido que le da Gramsci) estén dispuestas a poner encima de la mesa. Ahora bien, ¿esto se hace en la medida que lo legitima la academia o que esto es una nueva forma de crear una nueva academia? no lo se, sinceramente, aunque con lo de la jerga estoy más o menos de acuerdo: el llamado discurso crítico tiene una manera propia y una sensibilidad en un cierto sentido que tiene algo de académico, pero que no es la academia. Hay similitudes y diferencias y son estas últimas la que hace que esto sea una cosa y no otra. A lo que os animo, tanto a Ana y Esteban como a quien quiera sumarse, es a tomar la razón practica y el pensamiento como arma. Y, para ello, por qué no empezar con las preguntas que se hacen The Smiths en The boy with the thorn in his side:

The boy with the thorn in his side
Behind the hatred there lies
A murderous desire for love
How can they look into my eyes
And still they don't believe me?
How can they hear me say those words
Still they don't believe me?
And if they don't believe me now
Will they ever believe me?
And if they don't believe me now
Will they ever, they ever, believe me?

The boy with the thorn in his side
Behind the hatred there lies
A plundering desire for love
How can they see the Love in our eyes
And still they don't believe us?
And after all this time
They don't want to believe us
And if they don't believe us now
Will they ever believe us?
And when you want to Live
How do you start?
Where do you go?
Who do you need to know?

martes, 1 de abril de 2008

Aprender a bailar

Es obvio que de alguna manera antes de plantear cualquier otro elemento con relación a los peques tenemos que entender que se está poniendo en juego. No es cuestión de que los peques sean una simple (por compleja) metáfora, que es seguro que es así, sino que también de aquellas cosas que estamos dispuestos a pensar, a poner en el cesto de las discusiones (¿de que mimbres estará hecho?) y hasta que punto las cosas están así o asa. Por eso he decidido tomar un camino más complejo, el de mirar hasta que punto estamos hablando de poder y hegemonía y si estos son de alguna manera que hasta ahora no habíamos pensado o, por el contrario, son de lo más común. Me propongo, pues, pensar de alguna manera la hegemonía y, subsidiariamente, el poder. Pero esta vez teniendo en cuenta que ni el poder me es ajeno, ni puedo dejar de tener presente que de alguna manera pertenezco algún sistema planteado en muchos momentos como hegemónico.
Antón Fernández de Rota propone la siguiente idea en su artículo Carta abierta a la revista Resquicios que yo he tenido el atrevimiento de apropiármela: "Crear un movimiento, aún entre los-que-están, no es algo sencillo. No se hace a base de mera voluntad y comunicados. Para ello es necesaria la paciencia, el mito, el símbolo, crear esperanza e ilusión sobre el proyecto". No es que pretenda crear un movimiento como tal, pero sí pensar en el sentido que él le da, es decir plantear de que tenemos que pensarnos más allá de que lo hagas para los ya convencidos; siguiendo este trabajo de Antón se trata de crear la plataforma desde donde "aprender a bailar ligeros una danza colectiva donde los cuerpos se toquen y lascivamente se manoseen. Aprender de los recovecos, producir márgenes, bailar los cuerpos y bailar las mentes [...]". Por eso yo me voy a dar un respiro y ponerme a bailar con la más fea, porque a algunos bailar es algo que nos apasiona.

lunes, 31 de marzo de 2008

Peques, subjetividad y máquinas

Los peques no votan porque la razón infantil de los adultos lo impide. Dicho de otra manera, la subjetividad de los adultos es un profundo desarrollo de una lógica de las sociedades de control que, como la nuestra, limitan nuestra capacidad de imaginar otros mundos posibles; ahí es donde entra en juego la voluntad política de limitar el voto de un determinado grupo de la sociedad, los peques: a través de la subjetividad de los adultos se plantean razones por las que no se les puede conceder un derecho universal. Se trata de imaginar una sociedad plenamente democrática que esta sociedad tiene de alguna manera censurado. Porque aquí la cuestión es por qué los peques no pueden  votar, aunque evidentemente la pregunta clave que esto representa es otra: por qué algo o alguien ha puesto tanto empeño en que no voten y, consecuentemente, es obvio que aquí se da una deriva al respecto de que significa votar y qué obligaciones, y derecho, se tienen y adquieren.
De alguna manera este es un primer punto de vista, se trata de ver a los peques, repito otra vez, no a los niños, que es el hecho subjetivo en el que el discurso adulto se plantea una determinada adscripción medico-social. Los peques, venía diciendo, no pertenecen al discurso de lo adulto, son una categoría diferenciada y consecuentemente tenemos que plantearnos una metodología diferente para acercarnos a ello y, a su vez, la epistemología no puede ser sólo una hermeneútica del sujeto, sino ante todo de aquello que queda excluido de los dispositivos de control. Un comentario de una lectora a una entrada anterior, Ana, me recuerda que aquí corremos el riesgo de esencializar a los peques, al ponerlos en un plano natural por su estado, es decir que son más naturaleza que los adultos, y no puedo decir otra cosa que es verdad que se corre este riesgo cuando se trata el tema de los niños y el de los peques. Aunque si se parte de aquí, de la idea de peque y no de niño, se corre mucho menos riesgo, porque se parte de una idea de naturaleza (el objeto de la física cuántica) bien diferente y, consecuentemente, es difícil aplicarlo a los seres vivos tal cual los podemos pensar. Yo me planteo que los niños son los sujetos de un discurso, mientras que los peques serían individuos a los que aún no se les ha aplicado prótesis, o al menos no muchas. Los peques estarían más lejos de los máquinas políticas que, consecuentemente, serían los adultos (de ahí que el futuro imaginado sea la recrear la idea de cyborg). Por eso planteamos que los peques no votan y por eso mismo tendrían que votar, en la medida que se trata de romper con los dispositivos de control que plantea el estado-capital para con los adultos, dejar votar a los peques es plantear un elemento, ciertamente, redentorista de la política; de que se puede ser democrático sin ser máquinas para y por el medio político.

viernes, 28 de marzo de 2008

Por qué la Universidad

Por qué la universidad tendría que ser ese lugar objetivo, limpio e inmaculado que parece preceder a todo discurso institucional. Por qué un lugar que mueve millones de Euros, miles de empleados y otros miles de usuarios habría de estar libre del pecado original. Por qué un espacio dedicado, supuestamente, al pensamiento, la educación y el conocimiento no ha de tener zonas oscuras, recovecos, moralidades y sensibilidades varias. Por qué la universidad sólo parece ser un espacio discursivo y no un lugar, también, para el control social. Por qué de manera elemental se esconde que estamos ante un dispositivo eficaz de disciplinamiento de sus empleados y usuarios. Por qué la universidad se presenta a sí misma como la verdadera (cuando no la única) solución de todos los males de la sociedad, por qué dice disponer de todas las claves de todo y para todo y ser la llave del futuro de niños y mayores. Por qué un lugar lleno de cientos, si no a caso de miles, de despachos cerrados bajo llave, que tiene por todos sitios cámaras, vigilantes jurados varios, máquinas, encuestas y sistemas de control interno y externo dice ser más transparente y público de la sociedad. Por qué ese empeño en decir que es un lugar modelo de democracia si todo está baremado con unas asimetrías que impiden el normal funcionamiento de la opinión. Por qué el sistema de contratación tiene que ser tan oscuro, personalista e inequívoco. Por qué se dice que no existe política, creencia o Dios al que rendir cuentas. Por qué el lugar que crea, barema y legitima los títulos profesionales está tan alejado de la idea de trabajo. Incluso, por qué se plantea que el trabajo precario de becarios y profesores contratados varios es el futuro de la institución. Por qué el lugar que se presenta ante la sociedad como la avanzada de las grandes teorías sociales, científicas y técnicas está ausente de las manifestaciones sociales de carácter crítico. Por qué una institución que apuesta que lo individual es la raíz de los genios, que el trabajo oscuro y solitario tiene más valor que cualquiera que se realice fuera. Por qué la universidad parece un lugar elevado por encima del suelo gracias a los superegos que toman café en el campus. Por qué la universidad no consigue vender los libros que edita. Por qué nadie sabe qué hace el compañero del despacho de al lado. Por qué un lugar que se dice la catedral de la razón no tiene espacios para la discusión de su realidad. Por qué cuando un profesor adquiere un cargo de gestión ya sólo habla como si la legislación fuera la única verdad absoluta. Por qué yo no me puedo plantear esto en los foros universitarios, incluso, por qué yo no puedo saber si el año que viene formaré parte de la vida universitaria como profesor. Por qué tanto discurso de la razón si luego no tengo ni un sitio para aparcar mi coche, ni un comedor o un buzón para sugerencias. En, consecuencia, por qué la universidad se empeña de manera sistemática en enfrentar sentido común y razón, ¿acaso no son tan compatibles como defendibles?

jueves, 27 de marzo de 2008

Pensar antes de actuar

Es evidente que lo ocurrido con Mari Luz Cortés, esta peque de Huelva, primero desaparecida y luego asesinada por un pederasta y subnormal, dicho sin ningún tipo de carga médica y con toda la rabia que el caso me provoca (al contrario de lo que han hecho algunos medios que lo han medicalizado a sabiendas de que ya se había propasado con su propia hija y que habían urdido una trama para taparlo), me da mucho que pensar. Aunque algunos han intentado un linchamiento público lo primero es que nos pensemos, en profundidad y dando por hecho que estamos ante un tema muy complejo, que todo esto requiere de una decisión (política y, ante todo, social) valiente con respecto a este tipo de personajes. No se cuál es la solución, pero si se demuestra que la policía tiene registros de este tipo de seres sin que se hallan tomado las medidas adecuadas estaremos ante un acto que terminará por involucrarnos, haciéndonos responsables, a todos; en la medida que nos creemos que estamos protegidos cuando no lo estamos y que pensamos en un sistema de acción-reacción (sólo actuamos cuando algo ocurre, mientras nuestra preocupación cotidiana es la evasión vía "prensa" rosa). Así, pues, toca pensar y esperar que la justicia funcione como debe, sin dar ni una oportunidad al ser (obviamente que la defensa lo tratara de medicalizar, mecanismo cientifista que termina por justificar y perdonar todo de todo). En cualquier caso la lección la ha dado y la sigue dando el padre de Mari Luz, que a través del sentido común nos da mucho que pensar en una sociedad, cuando menos, un poco mejor...
Transcribo el Editorial (lo cuelgan en la red sólo el día concreto y no tienen archivo) del Diario Jaén del día 27 de Marzo, porque es un primer paso desde el mundo adulto para tomarse estas cosas en serio (aunque, claro, es el miedo de los adultos a sus propios fantasmas y atajando las cosas a su manera), por cierto, del mismo tono es el de otros medios, si pongo este es porque me es más cercano:
  • Editorial. Una investigación policial que aclara la muerte de Mari Luz. La detención de tres personas en relación con la muerte de la pequeña Mari Luz Cortés supone un alivio para la familia de la menor y también para tranquilizar a una opinión pública que vivió este caso con preocupación por las especiales circunstancias del mismo. El principal sospechoso ya fue condenado a dos años y nueve meses de cárcel por un delito de abuso sexual continuado a su hija. Unos antecedentes en los que se centró la investigación, en un primer momento, al ser vecino del barrio de Huelva donde residía la familia de Mari Luz. Al final, el cerco se acaba estrechando y su mujer y una hermana del detenido también son investigadas como encubridoras o cooperantes en los hechos. Comienza la batalla judicial de una familia que en los peores momentos supo mantener la calma y ahora dedicará sus esfuerzos para que el presunto responsable de los hechos no quede impune. Sorprende, al hilo de los primeros datos públicos de la investigación, que este sujeto con los antecedentes delictivos que tenía se hubiera apuntado al colegio donde estudiaba la niña para recibir clases. En este sentido, y con delitos de carácter sexual como este se replantea cíclicamente la mejor forma para tener controlados a unos sujetos que una vez en libertad vuelven a reincidir. Una situación que contribuye a formar cierta frustración social al comprobarse que los implicados salen a la calle mientras las familias de las víctimas quedan deshechas. Parece evidente en este y en otros casos que el seguimiento a estos individuos no se hace con las garantías suficientes que requiere la sociedad. Juristas y expertos deberían encontrar un punto de partida para que se establezcan los canales comunes necesarios para que una vez cumplan la condena, con los requisitos médicos necesarios, haya el control legal o sanitario que permita hacerles un seguimiento más eficaz que el actual.

lunes, 10 de marzo de 2008

Esta vez tampoco

Ayer los adultos de nacionalidad española tuvimos la oportunidad de ejercer nuestro derecho al voto. Obviamente, los peques se quedaron en casa o, en el mejor, de los casos acompañando a los suyos. Pero la verdad es que en un doble sentido podían haber votado como cualquiera: por un lado, porque la campaña no ha tratado ni un sólo concepto complejo que no hubiera entendido un peque al uso, de hecho, el tema de la familia, por poner un tema donde ellos se dan con especial profusión, no ha servido para que los partidos políticos se pensaran algo que supusiera un hecho mínimamente imaginativo al respecto. Y, por otro, porque la forma en que entendemos nuestra democracia permitiría perfectamente que los peques pudieran ejercer el derecho al voto.
Toca que nos pensemos, ahora, por qué los peques no votan. Ya no se puede decir que no tienen forma de razonar, de ver lo que es correcto, incluso que son manipulables, todo esto está disuelto, lo ha demostrado una vez más está forma de ejercer nuestra forma de participar en los "complejos" mundos en que vivimos hoy en día. Claro que así quien más difícil es la Conferencia Episcopal, que sólo tienen que confiar que a unos señores que son el arquetipo absoluto de todas las virtudes de Occidente (son blancos, hombres y adultos y para colmo de grandeza: heteros y católicos), les ilumine el espíritu santo. Claro que cuando se vive en esa oscuridad que les caracteriza cualquier lucecita, por extraña y exotérica que parezca, es mucho. Sin embargo, para estos señores los peques no son más que unos estúpidos que sólo pueden recibir su doctrina, sus enseñanzas... En última instancia una institución como la iglesia católica tiene que utilizar todo aquello que este en sus manos para inducir a los niños en una única dirección pues son la única manera que tienen de reproducirse. Digamos claro que a esta institución religiosa la familia, ya no digamos los peques, no le importa nada de nada, es por egoísmo puro y duro, pues ahí esta su única forma de supervivencia como especie parasitaria.
Pero, siguiendo con los asuntos serios, es decir pensarnos el voto infantil, tenemos que darnos cuenta que todo lo que libera a los peques para poder votar les impide, a su vez, decidir asuntos que sólo entienden los adultos, porque estos, a su vez, han delegado en otros su capacidad de decidir los por qué, los cuándo y los dónde. Dicho de otro modo, los adultos tampoco deciden nada y, consecuentemente, no están en disposición ni pensar por los peques. Por eso mismo, hay que darles la oportunidad de que ejerzan su derecho al voto, para que ellos saquen a la gente adulta de la estructura infantil que les atenaza o en el peor de los casos les ilumina de manera pueril y trivial, como le ocurre a los señoritos obispos.

lunes, 3 de marzo de 2008

Experimentos con niños

Estaba yo en que para el sistema educativo los niños son sujetos de experimentación y se me ocurre poner en google "experimentos con niños", así tal cual con comillas y todo, y cuál es mi sorpresa que me encuentro, entre los miles de entradas, que los peques de África (y parece que unos cuantos más de Asia y América Latina) son utilizados como parte de los experimentos de las empresas farmacéuticas. Hasta ahí nada nuevo, pero lo que me sorprende es que experimenten ciertos fármacos que se suponen para adultos, caso de la viagra, lo que no puede ser entendido más que un despropósito, algo que nos tendría que hacer que pensar que sentido tiene el ser peque en ciertas partes del mundo y adulto en otras. Claro que para el sistema escolar y, por supuesto, a las farmacéuticas no son acaso sino espacios (sujetos sociales en lugares concretos) de la experimentación social.
El problema es que aquí se esta experimentando en función de principios topográficos: que nadie que se mueva de su sitio, la reproducción del sistema socio-político, no porque sea el mejor que la gente puede soñar, ni porque sea el que más favorezca a unos pocos, que también, sino ante todo porque es la mejor manera de hacer que los peques se conviertan en sujetos sociales y que, consecuentemente, experimenten el lugar que de manera artificiosa les propone en un único lugar. El dispositivo experimental es constante sobre los peques y ocurre a todos los niveles, de la familia a las miradas del gobierno, y propone que todo lo que les rodea es de alguna manera algo natural y que, por lo tanto, puede parecer lógico que se actúe de manera altamente experimental, ya que ellos son el objeto social de lo que hubiera gustado ser a los adultos cuando eran niños y que lesvalida para el todo vale. En última instancia de lo que hablamos es de que el futuro de los peques es una construcción del presente de los adultos en función de intereses y vivencias del pasado; una vez más un despropósito que tiene que ver con tiempos adultos para ajustar el espacio que tienen que ocupar los peques. La derivación de esto es a veces de lo más curioso y es que permite la construcción de un discurso muy concreto, a la vez que muy moderno, de porque los peques naciendo todos igual de "naturales" unos son príncipes y otros mendigos, más allá de la cuna concreta en la que se duerme, y sólo "pueden" salir de ahí (se supone, porque nadie sale) cuando lleguen al mundo adulto. Una injusticia más que, repito, es un producto de los dispositivos experimentales.

viernes, 29 de febrero de 2008

Los partidos y los asesores

De alguna manera nos somos pocos los que últimamente hemos visto con un cierto grado de sana envidia lo que ocurre en Estados Unidos y las primarias: elegir dentro del mismo partido a aquellos candidatos que luego se enfrentaran por la presidencia. Algo así como si se nos diera la oportunidad de elegir primero si queremos a Fernández de la Vega o José Blanco o que en el PP tuvieran que luchar primero entre Gallardón, Rajoy y Esperanza Aguirre. Si fuera así, les puedo asegurar que nos llevaríamos más de una sorpresa y seguramente los partidos tendrían que afinar más en sus presupuestos políticos, así como los candidatos no podrían poner cara de ganador a priori. Claro que usted me dirá que entonces tendríamos una democracia que se basa más en los individuos particulares y su manipulable imagen que en los contenidos de carácter puramente político. Y, en este sentido, yo le daría la razón, pero también le recuerdo que los asesores también funcionan aquí y muchas veces con grandes meteduras de pata. Y si no mire la coda con la que terminó Rajoy el debate del otro día, contando una lastimera historia de una niña, que es para cesar al asesor que se lo sugirió, no sólo porque es un recurso fácil y viejo, sino porque es una cutrada, una manipulación y una impostura, pero que, sin embargo, está en el catálogo de recursos de los asesores de los candidatos.
Pero la sana envidia que podemos tener por las primarias de Estados Unidos termina exactamente ahí. Pues yo prefiero lo de aquí por otras razones, entre otras cosas porque en los debates como los que vivimos el otro día los candidatos pueden retratarse sin pudor, nos pueden mostrar sus caras si maquillar haciendo cierto el aserto de que la cara es el espejo del alma. Y, así, a mí Zapatero me gusto más no porque me simpatice, o puede que sí (lo que no importa ahora), sino porque Rajoy lo hizo mal, estaba claramente mal asesorado y no mostró esa otra faceta suya de hombre sereno y racional; es verdad que el presidente tensionó el debate hasta donde pudo, incluso manipulando los gráficos que mostraba (que ya puestos, los candidatos se lo podían haber preparado estilo power-point), sino porque el aspirante crispó la realidad hasta el delirio y, claro, como ocurre cuando se discute tan “acaloradamente” se dicen cosas que luego uno se arrepiente de haber dicho. Como ocurrió al citar a los artistas e intelectuales como unos “rojillos” que quieren vivir de la sopa boba.
Y aquí es donde quería llegar, lo que a mí más me gustaba de las primarias de Estados Unidos era el video de compromiso y acercamiento que una serie de artistas e intelectuales habían hecho a favor de Obama, el “yes, we can” (aquí he puesto una versión con los subtítulos en castellano), pero ahora nosotros tenemos también a los nuestros apoyando a Zapatero, con una “defensa de la alegría”, poema de Benedetti que no tiene desperdicio. Y esto sí cabrea a la gente del PP, por muchas razones (en última instancia es publicidad gratis para el PSOE), pero particularmente por dos: la primera porque tienen un efecto simpatía, que acerca a muchos jóvenes, y no tan jóvenes, a posiciones políticas que si no fuera por gestos así no serían tan obvias. Y, segundo, y esta es la principal, porque pone al PP contra las cuerdas, mostrándolos como un partido que vive de posiciones un tanto pasadas y rancias, donde todo lo que suene a pensamiento les incomoda y, consiguientemente, dejando claro que en su seno vive aún la extrema derecha y que un partido que quiere verse actual, moderno y como fuerza de cambio no puede permitirse.

Las promesas a los peques

En efecto, ¿cuál sería el mensaje a los peques si ellos pudieran votar? En realidad no lo sabemos, pues ellos no votan en ninguna de las democracias que conocemos. Pero allí donde se han realizado algunos experimentos al respecto, como por ejemplo en el Estado de Puebla, México, los mensajes han sido de tipo seudo-adulto: más educación, sanidad, derechos fundamentales... Lo que sin duda está bien, en la medida que incorpora a los sujetos-niño a una seria de preocupaciones sociales de carácter general. Pero esto es sólo un experimento y sigue mirando a los peques como niños. Seguramente, para una buena parte de los políticos si los peques  votaran las promesas serían también del orden de la adulación, regalar más video-consolas, por ejemplo, y las campañas se parecerían bastante a la estructura narrativa y visual de los teletuvis. Pero no sabemos y todo esto es pura especulación. Una cosa es obvia, forzaría a los políticos, a tomar decisiones en una dirección u otro: o seguir tratando a los peques como una coartada de su visión maniquea e incluidos en el discurso del control y la disciplina social o, por el contrario, a romper con esos discursos y crear un individuo nuevo, sin elementos de sujeto discursivo.
Pero antes de esto hay que plantear otras cosas, como es la cuestión de que el que vota también puede ser parte de los elegidos, ¿se convertía, así, el hemiciclo de los diputados en una escuela de manera integral?, ¿estarían los peques preparados para entender los retorcidos planteamientos en que se mueven las propuestas legislativas de los políticos?... Pero aquí no planteo la cuestión en la medida de que se trate de verdad o no (y que tiene que ver con las construcciones políticas al uso e interés), sino de ponernos en una situación de frontera donde la realidad parece más extrema, diversa y forzada, consiguientemente, un lugar propicio para la deconstrucción, más interesante y evocador.

jueves, 28 de febrero de 2008

Rajoy y una niña

El país está de conmoción porque a Rajoy no se le ocurrió otra cosa, obviamente porque le aconsejan fatal, que cerrar el primer debate con Zapatero con una historieta de una niña, y avisamos  que esto es exactamente las cosas con las que hay que luchar sin cuartel, y no sólo, que también, porque sea una colección de tópicos desagradables (será porque la niña a la que se refiere con toda seguridad no nacerá de una familia de emigrantes musulmanes y de mayor no querrá ser lesbiana o cambiarse de sexo o porque no deseará estudiar filosofía), sino porque está utilizando la imagen de un peque para dar provocar una reacción de tipo político en una única dirección. En última instancia, se podría decir que si la cara es el espejo del alma, por igual, el discurso que se tenga sobre los peques es el espejo de la voluntad política. Y en este caso Rajoy se ha retratado a base de bien. Claro que otro hubiera sido el mensaje si los peques pudieran votar y donde estos estereotipos no podrían utilizarse tan alegremente.



Por cierto, esta es una de las mejores versiones del cuentito de Rajoy que he encontrado, porque se ríe de algo que por parecer serio es sólo una impostura más de la extrema derecha que es la verdadera cara del Partido Popular.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Pederastas y listas

Hoy la Guardia Civil ha colgado las fotos de tres pederastas que, dicen, no localizar. Son tres fotos de  gente tan ajena que al final no dicen nada, en última instancia pueden ser cualquiera. En última instancia porque cualquiera puede ser un pederasta y por lo que parece estos son más normales en su vida en sociedad, así como su elevado número, de lo que el sentido común aconseja. Independientemente de lo que significa, por un lado, la pederastia: la medicalización de una actitud social que es parte de los discursos que tienen que soportar sobre si los peques, y, por otro, lo que ha hecho hoy la Guardia Civil, sin duda un quiero y no puedo, una cosa más para salir en los medios que cualquier otra cosa, porque aquí nadie discute que se lo toman en serio y que investigan, detienen y cortan las alas de los pederastas, de lo que hablamos es que colgar estas cuatro fotos no es nada más que propaganda política.
En este sentido lo que hay que hacer es abrir un debate serio sobre si es necesario hacer público quién es quién en el mundo de la violencia contra los peques (y, por supuesto, contra las mujeres). No es un tema fácil y no somos pocos los que no tenemos una idea clara, lo que si parece evidente es que cada día que pasa hay más gente acumulando fotos, vidéos y souvenirs (traídos de Tailandia, Brasil...) de menores en todas las formas habidas y por haber. En ultima instancia, por lo que habría que empezar reconociendo los muchos discursos que sobre los peques existen y que en muchos casos los convierten en el eje de la sexualidad adulta , en tanto que son objeto de deseo, en cuando que como idea social les remarca como el centro de una atención permanente como sujetos de la vida adulta.
Una última cosa, la  iglesia católica esta llena de estos pederastas, que en muchos casos están encubiertos por la propia institución, pero en ellos puede tener un origen de carácter moral: los niños son su única oportunidad de sobrevivir, de ahí a abusar de ellos físicamente (ya que a otros niveles es obvio, y si usted tiene dudas acérquese un día de estos por un catequesis donde se prepara a los niño-sujeto para la "primera comunión") hay menos distancia de que se puede pensar: ellos han construido uno de los más persistentes y peligrosos discursos sobre los niños, el de la madre abnegada, santa hasta muerta y que mantiene a un niño entre sus brazos que sabe que es un Dios.
Qué más se puede pedir: una lista púbica (al estilo de las norteamericanas basadas en Ley Megan) no es la solución y mucho menos tres fotos, porque no reconoce la profundidad de los discursos sociales que construyen al niño-sujeto como objetos social (y privado) de los adultos.

martes, 19 de febrero de 2008

Matemática difusa como excusa

Esta chica de la imágen es Michelle Malkin, una famosa blogger que se dedica a escribir una serie de artículos de lo más incisivos y de acuerdo con la retórica de la nueva derecha. El caso es que se ha convertido en una defensora de las causas que le preocupan a un sector de la población que no se siente demasiado a gusto con el mundo globalizado, entre otras cosas porque sienten que eso es lo que les ha tirado sus Torres Gemelas o les obliga a dar cancha a los que puedan utilizar el pensamiento como método de vida. Bueno, a lo que vamos, Michelle ha escrito un artículo sobre, más bien, contra, la matemática difusa que resulta de lo más gracioso. En realidad no pasa nada, es una preocupación de unos norteamericanos de clase media, que se cree acomodada (por que se comparan con lo peor del tercer mundo), y que tras destruir, entre otros, su sistema educativo básico se han dado cuenta que sus jóvenes no aprenden a sumar en la escuela y claro le echan la culpa a la llamada matemática difusa.
Pero lo que me preocupa de verdad es que un medio como Libertad Digital haya traducido el trabajito de opinión de Michelle Malkin sobre la matemática difusa y lo plantee como la política del gobierno de Zapatero. La verdad es que a mi no me sorprende, pues se de la enfermedad mental que acompaña al medio en cuestión, lo que me llama la atención es que se crean que los peques, sus niño-sujeto, son tan tontos como para no saber que es o no lo importante. En efecto, aquí de lo que se trata es creer que la izquierda quiere intoxicar a cualquier precio a los niños y no porque crean que estos son hojas en blanco sino porque creen que alguien los quiere raptar y convertir en unos zombis del Estado. De lo que no se dan cuenta es que al Estado no le preocupan los niños, sino establecer con ellos un discurso que es disciplinador a un nivel social. Pero claro una vez más la (extrema) derecha demuestra su enorme capacidad de intoxicar al conjunto social con sus ideas, que nacen directamente de su particular armario anti-intelectual, donde habitan una serie de fantasmas de lo más repugnante y que cada vez que sacan a pasear nos meten en un mundo violento y extremo. Al final los peques son una excusa de su particular cruzada contra el cambio y, sobre todo, de los intelectuales.

martes, 12 de febrero de 2008

Niños soldados

Los niños soldados sufren sobre su piel un doble discurso, por un lado el de su propias vidas, que como resulta obvio es demoledora, no sólo porque sean niños, sino por lo qué hacen, el por qué y el cómo. Por otro lado, tienen que sufrir el discurso que se hace desde occidente, donde los niños soldados son todo lo que suponemos que es todo lo contrario de los sujeto-niño, una suerte de no-niño: trabajan en algo que es propio de un adulto, utilizan armamento, no tienen una familia de referencia, no están escolarizados, viven en un alto grado de violencia y están expuestos a morir en una edad que no parece corresponderles. Pero quitando el chiste fácil de que podría ser la descripción de un adolescente occidental pegado a su vídeo consola lo que planteamos es que el discurso es demasiado facilón como elemento pedagógico y ejemplificar, en última instancia es un tema que tiene que ver con lo que creemos que es la infancia y no tanto que haya una infancia que viva en tal o cual condición. Pero por otro lado si tenemos que entrar en los discursos comparactivos tendríamos que entender que los niños en determinadas condiciones pueden ser miles de cosas, muchas de ellas seguramente despreciables, pero también otras muchas que nos creemos que son exclusivas del mundo adulto.

Por último si alguien siente curiosidad por el tema y necesita saber más sobre los niños soldados, recomiendo, entre lo mucho que hay en la red, La coalición para acabar con la utilización de niños y niñas soldados y por último evitar el tema en youtube y ser cuidadoso y crítico con las constantes noticias que dan los medios casi a diario.

lunes, 11 de febrero de 2008

Con buena letra

¿Por  qué el sistema estatal-educativo se empeña en que los peques hagan buena letra? Entendiendo que la "buena letra" es hacer una caligrafía homogénea y cursi que no tiene ninguna referencialidad con la letra que un adulto puede realizar. Sin duda que habría que dejar a los peques que hicieran la letra que quisieran, pero sin embargo les obligamos a que repitan una y otra vez una caligrafía que les presupone, de antemano, en el papel de niños y, consiguientemente, en un mundo (falso) de constantes repeticiones, cursilerías y lineas rectas. En última instancia una pedagogía disciplinar y humillante, con la promesa de un mundo más bonito y uniforme, claro que a costa de los peques y a mayor gloria de los adultos.

domingo, 10 de febrero de 2008

El niño mediador

Hay un tipo de cine Hollywood que plantea el amor como punto central de las relaciones humanas, este subgénero tiene a su vez otro subgénero en que es un niño el que media en las relaciones entre los adultos, proponiendo la balanza en función de ciertos intereses; se trata de un niño que tiene un padre viudo y un tanto perdido y la posible madrastra es joven, secundaria y muy romántica. El resto es lo de menos, el final el sabido y por lo que a mi respecta es lo de menos. Este tipo de películas que aquí lo pondremos en la categoría sonrisas y lagrimas tiene un discurso concreto sobre el niño, sacándolo de su lugar como chico y poniéndolo como mediador de otros discursos que mantienen los adultos sobre si mismos. Pero es que ademas este modelo mantiene la idea general no sólo de que los adultos no pueden vivir, hacerse cargo de su hijo y comportarse-sentir correctamente si no es en el estrecho margen de la pareja-amor, sino que evidentemente este es el lugar concreto en que tienen que vivir los niños. Consecuentemente, la proposición es tan evidente que de esto se da cuenta "hasta un niño". El niño no es sólo el mediador de las relaciones adultas, en la misma medida que más de un matrimonio cree que tener un niño es sacarlo de su rutina, o que los niños son la verdadera expresión de la familia, sino que además se le propone como un generador de lo evidente, y que como tal será una máquina de amor permanente hacia todo lo que les rodea, desvelando los convencionalismos sociales, bajo el discurso paralelo de que están más cercanos a la naturaleza, que impiden que los adultos se den cuanta de sus verdaderos sentimientos. Obviamente un lugar que pone al peque en una situación de verdadera inferioridad al negar la posibilidad de una realidad propia y ajena a los adultos.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Frases de niños o chistes de adultos

En el programa que hace Pablo Motos, El Hormiguero, el ingenio y la creatividad parecen ser su razón de ser, es evidente que trata ciertos tópicos con lo que se sirve para hacer, las más de las veces, unos chistes fáciles que sin embargo, dado el bochorno de la TV en abierto por la noche, parece que es lo único que se deja ver. El caso es que tiene una sección donde se las arregla para dictar una serie de "frases de niños", y que también se pueden seguir en la página web y a la sazón en un libro del que han vendido lo más grande. La mayoría de las frases son chistes un tanto surrealistas o, en su defecto, de un enorme carácter hiperrealista que hacen gracia tanto por que están descontextualizados cuanto más porque el discurso del sujeto-niño les precede y, consecuentemente, nos parecen graciosos porque aseguramos que el niño habla sin saberlo todo y porque los adultos si lo saben todo, de la paradoja nace la carcajada.

Pero es obvio que el mecanismo del chiste es una suerte de elementos culturales muy complejos, que se simplifican en la idea de que la realidad es reducible a un única simplificación prototípica, y de esta disyuntiva nace la llamada gracia. Cuanto más paradoja, más disyuntiva y más distancia entre la complejidad y su consiguiente simplificación más gracia producirá el chiste. El chiste se aprovecha, además, de algunos otros tropos, la sorpresa, la reiteración, el retruécano, la elipsis y el eufemismo, aunque no desdeña el resto de los recursos literarios clásicos. Por último, el chiste es siempre una construcción cultural muy precisa que se aprovecha de esta tanto como para ser, a su vez, un conformador y concentrados cultural. Pero en el discurso del sujeto-niño todo esto no se adelanta a lo que ellos dicen, sino que se les convierte en ello a posteriori, al aplicarles ese discurso cultural que les propone en un lugar muy preciso y que está en relación con una constante subordinación graciosa y, a veces, simpática de los peques a los discursos de los mayores-adultos.

Claro que todo este discurso que se ejerce sobre el sujeto-niño es siempre reversible: y todas estas frases que en un contexto reestructurado nos parecen tan graciosas, chistosas y nos hacen sospechar que son ingeniosos y únicos (en última instancia no es por casualidad que sean "nuestros hijos") en otro pueden ser la prueba de que están inválidos culturalmente y, consecuentemente, que necesitan ser vigilados de cerca y sobre-estimularlos con procesos socializadores y educativo-reformadores. Dicho de otra manera estas frases que nos propone Pablo Montes pueden ser muy graciosas puestas en su libro, programa de TV o en su web pero en un contexto cotidiano, el de esas familia de clase media tecnificada que ve el programa con sus hijos a la espera del "vete a la dormir", pueden ser el detonante de todo aquello que les hacen que tengan que callarse porque no saben lo que dicen, porque van de graciosos o, simplemente,  porque lo que dicen es una estupidez.

lunes, 4 de febrero de 2008

Algunas confusiones al respecto

Cuando pedimos el voto para los peques no debemos confundirlo con aquellas otras propuestas parecidas y que se basan en ampliar el poder de otras instituciones (léase la familia, por ejemplo) basándose en la constante tutela y negación de los derechos individuales de los niños. Para muestra la propuesta por el voto infantil de las Asociaciones Cristianas de Trabajadores de Italia (www.acli.it). Que proponen que los niños puedan ejercer su derecho democrático, representados por sus progenitores o tutores. ACLI reconoce así que los niños son una fuerza a quien hay que incluir en la toma de decisiones importantes. En una linea parecida nos encontramos con un trabajo de Mikel Agirregabiria (que también participa aquí en blogspot: blog.agirregabiria.net) titulado "voto infantil", donde propone de una manera ciertamente un tanto blanda, aunque hay que reconocer que esta bien razonado, dar el voto infantil vía tutela familiar.

Sin duda que esto no es ni el punto de partida, ni el método, ni la conclusión de lo que aquí proponemos, aunque me alegra que sean muchos los que están pensando en el tema.

domingo, 3 de febrero de 2008

Lugares comunes sobre niños

"¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser fruto de la educación”. Alejandro Dumas

"En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”. Pablo Neruda

“Jamás ha habido un niño tan adorable que la madre no quiera poner a dormir”. Ralph Waldo Emerson

“Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan”. Oscar Wilde

“Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro”. John Fitzgerald Kennedy

“La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras”. Jean Jacques Rousseau

“El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices”. Oscar Wilde

“Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad”. Karl A. Menninger

“El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños”. Graham Greene

“He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño”. Joseph Heller

“Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños”. Khalil Gibran

“Si la ayuda y la salvación han de llegar sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad”. Maria Montessori

“Los niños y los locos dicen las verdades”. Refrán

“Los niños son la esperanza del mundo”. José Martí

“Los niños han de tener mucha tolerancia con los adultos”. Antoine de Saint-Exupery

“Los niños necesitan más de modelos que de críticos”. Joseph Joubert

“Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. Pitágoras de Samos

“La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices”. Albert Einstein

“Los hombres son siempre niños, aun cuando a veces asombren por su crueldad. Siempre necesitan educación, tutela y amor”. Máximo Gorki

jueves, 31 de enero de 2008

El secuestro de los peques

Lo primero que tenemos que hacer es rescatar a los peques del secuestro en que determinados dispositivos le retienen. Tres son de carácter sistémico:

  1. la falta de representatividad como colectivo,
  2. la falta de una voz propia, y
  3. la enorme dependencia económica (y sentimental) de otros colectivos sociales e institucionales.

Pero los que se toman más en serio el secuestro son los dispositivos de carácter estructural, es decir, los que rodean a los de tipo político-científico-(religioso): la pedagogía, la medicina (que no sólo dispone de una especialidad, la "pediatría", sino que mantiene a los peques como sub-especialidad, por ejemplo, "la oftalmología infantil"), el entramado jurídico-legal y las estructuras de creencia en el más allá. Todos estos dispositivos, con su enorme capacidad de crear instituciones y discursos, convierten a los peques en el sujeto niño, y, consecuentemente, en los receptores de una serie de características que le proponen aún más imbuido en el círculo vicioso de los dispositivos sistémicos. Todo este elemento de perversidad permanente tiene un sentido, que dada la lógica estructural del saber/poder sólo puede significar una cosa: recrear una única forma de socialización.

martes, 29 de enero de 2008

¿Derechos? ¿Universales? ¿del niño?

Un primer material más que interesante para entender el lugar que ocupan los peques es la Declaración de los niños, que supone una puesta en escena de un discurso de tutelaje, control y, sobre todo, de inferioridad absoluta. En cierta medida, los "derechos" del niño no son, acaso, más que una serie de obligaciones para los Estados y que le proponen como el único y verdadero poseedor de los derechos. Por otro lado es sospechoso, como ocurre en general con todo lo referido a los mundos legislativos, normativos y jurídicos, que resulte tan obvio todo lo que dice esta Declaración. Y, evidentemente, es tan obvio porque ni están los peques, ni presupone las diferencias (raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia) que presupone son causas de discriminación.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO
Proclamada por la Asamblea General en su resolución 1386 (XIV), de 20 de noviembre de 1959
PREAMBULO
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre y en la dignidad y el valor de la persona humana, y su determinación de promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad,
Considerando que las Naciones Unidas han proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos que toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ella, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, opinión política o de cualquiera otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición,
Considerando que el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento,
Considerando que la necesidad de esa protección especial ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño y reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los convenios constitutivos de los organismos especializados y de las organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del niño,
Considerando que la humanidad debe al niño lo mejor que puede darle,
La Asamblea General,
Proclama la presente Declaración de los Derechos del Niño a fin de que éste pueda tener una infancia feliz y gozar, en su propio bien y en bien de la sociedad, de los derechos y libertades que en ella se enuncian e insta a los padres, a los hombres y mujeres individualmente y a las organizaciones particulares, autoridades locales y gobiernos nacionales a que reconozcan esos derechos y luchen por su observancia con medidas legislativas y de otra índole adoptadas progresivamente en conformidad con los siguientes principios:
Principio 1
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
Principio 2
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.
Principio 3
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
Principio 4
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
Principio 5
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
Principio 6
El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
Principio 7
El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.
El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.
El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
Principio 8
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
Principio 9
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata.
No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
Principio 10
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.

lunes, 28 de enero de 2008

¿Quiénes votamos? Todos no.

En cierta medida tenemos que pensar el más allá de la democracia, por eso como primera FRONTERA nos tendríamos que plantear por qué no votan los niños o, en su caso, por qué no rebajamos la mayoría de edad para ejercer el voto hasta los 9 años (ya que el sistema de lecto-escritura esta plenamente adquirido) o a los 11 (si es que ponemos el acento en el planteamiento de un sistema de comprensión y socialización)...

El tema no es sencillo y no tiene una sola posibilidad. De hecho, podemos conseguir mucha profundidad en el tema, por lo menos en un primer momento, si lo hacemos partiendo de las teorías feministas y los estudios de género, que han avanzado mucho en el planteamiento de cómo pensar la discriminación, la invisibilidad y las formas en que el poder unidireccional trabaja.